Santo Domingo. – El empresario Antonio Espaillat, propietario de la discoteca Jet Set, afirmó que en más de tres décadas de operación del centro de entretenimiento, ninguna autoridad realizó inspecciones técnicas estructurales al edificio, transformado en los años 90 a partir del antiguo local conocido como El Portal.
Durante una entrevista concedida a la periodista Edith Febles, Espaillat aseguró que, en todo ese tiempo, las únicas visitas oficiales recibidas fueron por parte del Cuerpo de Bomberos, el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Salud Pública, enfocadas en temas de salidas de emergencia, condiciones laborales e higiene, respectivamente. “Nadie nunca verificó el techo, nunca… Las filtraciones de agua las teníamos desde los 80”, afirmó.
Espaillat explicó que el techo de la discoteca estaba cubierto con plafones de yeso desde su apertura, y que estos eran reemplazados con regularidad debido a las filtraciones provocadas por la condensación de los aires acondicionados. El día mismo de la tragedia, dijo, se realizaron algunos cambios de plafones, trabajo que solía realizar un empleado con una escalera, sin intervención técnica especializada.
El empresario también descartó que el techo estuviera sobrecargado con estructuras pesadas como una planta eléctrica, como se ha especulado en redes sociales. Aclaró que la planta estaba ubicada en un cuarto anexo, y que en el techo solo se encontraban seis unidades de aire acondicionado recubiertas en aluzinc y tres tinacos de agua, necesarios por la alta demanda del establecimiento.
En cuanto al mantenimiento del techo, indicó que se usaban productos impermeabilizantes, no materiales pesados como el “fino”, precisamente para evitar añadir carga a la estructura. Según dijo, la última impermeabilización fue realizada un mes antes del colapso.
El desplome del techo del Jet Set, ocurrido la madrugada del 8 de abril durante una fiesta encabezada por el merenguero Rubby Pérez, provocó la muerte de al menos 232 personas y dejó a más de 150 heridas. La tragedia ha generado una profunda conmoción nacional y ha abierto múltiples frentes de investigación sobre las condiciones estructurales del local y las responsabilidades legales de sus propietarios.